jueves, 27 de septiembre de 2012

EL LENGUAJE DE LOS BEBES

El lenguaje de los bebés comienza desde muy temprana edad con balbuceos y sonidos vocálicos, que son una serie de respuestas ante los estímulos del ambiente.
A menudo pensamos que no es importante dirigirnos al bebé con explicaciones y haciendo buen uso del lenguaje, ya que “no nos va entender”; pero esto resulta ser un error.
Es de gran importancia platicar con los bebés, incluso desde el vientre materno, permitiendo al pequeño familiarizarse con la voz de los padres, y para conocer así los sonidos del lenguaje.
Esta comunicación debe permanecer a lo largo de la vida de sus pequeños, primordialmente en el primer año de vida, donde obtiene la motivación esencial para el desarrollo del lenguaje:


En el primer año de vida ( 0 a 12 meses) explicamos al bebé lo que hacemos diariamente: los quehaceres domésticos, lo que hacemos con él (alimento, baño, etc.), y lo más importante, le decimos que lo queremos, y que nos gusta lo que hace; alabamos cada logro.


Le cantamos canciones y leemos cuentos, le mostramos imágenes para que las relacione con palabras, como cuando le mostramos la foto de mamá. Contestamos cualquier balbuceo del bebé, y hacemos pausas cuando “platicamos” con él para dar tiempo a que nos responda.


Como recomendación, la pronunciación del adulto debe ser clara, con voz suave y procurando exagerar las gesticulaciones, con la intención de que el bebé nos imite.


En el segundo año de vida ( 12 a 24 meses) los pequeños incorporan varias palabras a su lenguaje, pero también se comunican por medio de señas o gestos.
Es muy común que utilicen para todo una sola palabra, o simplemente señalen lo que quieren, y papá o mamá lo interpretan y se lo dan. Los adultos no debe caer en ese juego, sino ayudarlo a hablar:


Es recomendable decirle el nombre de las cosas antes de dárselas: “¿quieres agua? ¿si? Dime: dame agua….aaagua” y esperar un momento para que el bebé lo intente; si lo hace le decimos lo bien que lo ha hecho, y le damos entonces el agua; si no dice nada, de cualquier manera le damos el agua, pero seguimos haciendo lo mismo cada vez que pide algo; poco a poco aprenderá a pedir, y luego, con nuestra ayuda, a dar las gracias.


En caso de que el bebé conozca y use palabras, se le debe insistir poco a poco que pronuncie correctamente; igual que nosotros; le hablamos con dulzura, pero no hablamos “chiple”. Hablar por teléfono con alguien que le resulte familiar, animándolo a responder y hacer preguntas, conversar acerca de su día, etc. Grabar su voz con un celular, computadora, etc. y después permitirle escucharse a sí mismo, diciéndole: “esa es tu voz”.
La mejor manera de incrementar el lenguaje del bebé es hablando con él, preguntarle cosas y esperar una respuesta, es decir, hacer pausas, y luego alegrarnos mucho cuando nos conteste.

A partir del tercer año de vida ( 24 a 36 meses) los niños incorporan más frases elaboradas a su lenguaje. Comienza la etapa de los cuestionamientos “¿Por qué…?”, tal vez esto resulte cansado para los padres, pero debemos ser conscientes que los pequeños se encuentran expectantes de conocer e investigar todo lo que les rodea, por este motivo es importante que nuestras contestaciones sean correctas para no limitar su aprendizaje.


Un ejercicio de estimulación distinto que se puede aplicar con el niño, es ponerlo frente al espejo, y el adulto detrás de él; vocalizar exageradamente para que el pequeño observe e imite los movimientos; se pueden pronunciar varios adjetivos como bonito, feo, alto, bajo, etc., y aplicarlos al adulto o al niño.
También en esta etapa es tiempo de que el pequeño comience a conocer las palabras de cortesía “gracias”, “por favor”, etc.
Si al pequeño le es complicado pronunciar algunas palabras, se pueden practicar inventando canciones divertidas, para acostumbrar al niño con el sonido y pronunciación.
Por lo general, en esta edad, los niños suelen confundir los conceptos del tiempo: mañana, ayer, hoy, etc., para ayudarlos podemos hacer con ellos un collage de imágenes dividido en tres partes, que cada uno represente los diferentes momentos del día, y las actividades que se realizan en cada uno de ellos. De igual forma se pueden introducir actividades poco frecuentes que se llevaron a cabo el día anterior, o las del día siguiente, para ayudarlos a construir el significado del tiempo, y las palabras que los representan.


Finalmente, destacamos una vez más la importancia de la comunicación con los niños y niñas, y dirigirnos a ellos empleado un lenguaje correcto, claro, sencillo, pero sobretodo afectuoso, en su expresión y entonación.

domingo, 16 de septiembre de 2012

LOS REFLEJOS EN EL RECIEN NACIDO



A pesar de que los bebés recién nacidos parecen indefensos y sumamente delicados, todos los bebitos/as sanos y saludables nacen con reflejos extremadamente sofisticados que los protegen del peligro y los ayudan a promover su instinto de supervivencia. Los reflejos son definidos como respuestas automáticas a los estímulos exteriores. Aquí le presentaremos algunos de los reflejos más asombrosos.
El Reflejo Perioral o de Búsqueda
Éste es probablemente uno de los reflejos más conocidos. Si usted toca suavemente la mejilla de su bebé recién nacido con uno de sus dedos o con otro objeto flexible, el bebito/a orientará su cabeza hacia el lugar en donde lo tocaron, abriendo su boquita e intentando succionar el pecho de su mamá. Este reflejo también es conocido con el nombre de 'reflejo de búsqueda'. El bebé girará su cabeza con la esperanza de encontrar leche para beber.

El Reflejo del Moro o de SobresaltoCuando su bebé se sobresalte a causa de un ruido agudo, de una maniobra muy brusca o por la pérdida de apoyo; pondrá en práctica el 'reflejo de sobresalto'. El bebé responderá a estos estímulos estirando sus bracitos y luego girando sobre sí mismo y apoyándose sobre su pechito. Estos movimientos particulares son llevados a cabo con la esperanza de agarrarse de algo y así evitar caerse. También podría llorar luego de manifestar este reflejo, a fin de llamar su atención y de hacerle saber que está corriendo peligro.

La Sujeción de Manos
Este reflejo también es conocido como 'Reflejo Darwiniano'. Si usted toca o acaricia la palma de la mano del bebé, su pequeña manito se cerrará apretando fuertemente sus dedos. Usted podría literalmente levantar a su bebé desde la posición en la que estuviera descansando; y el bebé sería capaz de soportar todo su peso sin ninguna clase de problema. Ésto lo llevará a cabo para asegurarse de poder agarrarse fuertemente de usted sin caerse o resbalarse.

El Reflejo de Babinski
Al tocar o acariciar la planta de los pies del bebé, ya sea en cualquier parte de la misma: desde los talones hasta llegar a los deditos del pie. Su bebé abrirá sus dedos y girará el pie hacia adentro como si estuviera presionando algo. Este reflejo es sumamente importante para evitar que se resbale de los brazos de su mamá. Se cree que los pequeños babuinos que se desplazaban por el bosque agazapados a la parte superior de sus mamás eran aptos para poner en práctica esta clase de reflejos, ya que los pies y los deditos de sus pies en particular son sumamente importantes para colgarse de los árboles. A este reflejo también se lo conoce como "reflejo plantar".

Reflejo de RetracciónEste es un reflejo muy práctico: cuando su bebé siente un pinchazo de dolor, retraerá o moverá hacia atrás el piecito lastimado y extenderá el otro en un esfuerzo por empujar hacia afuera o lejos de él/ella a la persona o al elemento que lo estuviera lastimando.

El Reflejo Tónico del Cuello
Este extraño reflejo no le ayuda al bebé a adquirir ninguna clase de instinto de supervivencia en particular. Cuando recueste a su bebito/a, su cabeza se volteará hacia un lado. Uno de los brazos y una de las piernas se extenderán en la dirección en la que haya girado la cabecita, mientras que la otra mano y la otra pierna permanecerán flexionadas.

El Reflejo de Buceo
Los bebés menores de seis meses de edad son excelentes nadadores debido a que ya poseen reflejos para bucear. Así como sucede con los adultos cuando un bolo alimenticio les bloquea el pasaje de aire; el bebé podrá bloquear su garganta para no tragar agua. Ésta es la razón por la cual podrá observar a bebés nadando plácidamente con su boquita abierta debajo del agua. Ellos/as también tenderán a mover sus brazos y sus piernas, permitiendo que estos pequeñuelos se transformen en perfectos candidatos para tomar clases de natación. Recuerde, no trate de que su bebé ponga en práctica este reflejo en su hogar por razones de seguridad sumamente obvias.

La Posición de Gateo
Coloque a su bebé sobre su estómago; y podrá notar que automáticamente se pondrá en posición de gateo mientras que usted lo esté recostando sobre una superficie segura.

El Reflejo de CaminarTome a su bebé suavemente alrededor de su barriguita, sujételo por debajo de sus axilas y "trate de ponerlo de pie". Usted podrá darse cuenta de que su hija/o comenzará a realizar movimientos como si estuviera "dando pasos" con sus piecitos. Este reflejo es una especie de preparación para poder aprender a caminar.